¿Para qué etiquetamos tanto la música electrónica?
A menudo, ahora, me
hago preguntas que nunca antes me había planteado. Quizás es la edad, pienso.
Algunas de
esas preguntas pasan de forma vertical por mis pensamientos interpelando sobre muchas
de las facetas sociales en las que estamos inmersos como personas. Hoy, de
forma premeditada, reparo en los decks de los DJ que vemos en festivales, sesiones
y salas en las que se pincha música electrónica, en donde me encuentro con uno
de esos 'enigmas sociales' a los que me refiero; que, de repente, me formulo.
Formando
parte, hace poco tiempo, de una conversación en la que todos los
intervinientes disponían de una apreciable cultura musical y de un
importante conocimiento sobre este género -del cual me declarado totalmente
enamorado- tuve la sensación, por momentos, de perdernos en etiquetar con
denominaciones todo lo etiquetable y más, como con frecuencia nos sucede en la vida
misma. Intentamos enfatizar en las diferencias para marcar distancias, restringiéndonos
en nuestra forma de vestir y pensar, impidiéndonos a nosotros mismos expresarnos
y dejarnos sentir de forma libre. Así que comenzamos la conversación hablando
de House y de alguna variante a modo de subgénero, pero según
transcurrían las intervenciones fueron apareciendo 'palabros' como Deep House,
al que le siguieron Afro House o Bass House, a lo que prosiguieron conceptos como House dance, Melodic
House, Tech House o Progressive House; y el número de términos se fue 'desmadradando'; cada diferencia en su modo de producción
la identificamos con un nombre terminado o comenzado por House. La velocidad de
los temas (sus bpms), el grosor de sus bombos, o de sus bajos, eran los filtros
para ello. Aunque no siempre concluíamos estando de acuerdo con todos, como en la
vida misma. Son muy importantes los matices, las perspectivas, los contextos
de las cosas, aunque lo realmente a
tener en cuenta es lo que espera al fondo del pasillo de nuestro pensamiento que, dependiendo de lo que se nos venga, podrán ser personas o música House. Ya
os advertí que lo de hacerse preguntas tiene su aquel.
Creo que en nuestro camino, como en la música electrónica, lo más saludable es no pensar si es más o menos mainstream lo que escuchamos o hacemos. La manera de diferenciarnos es trabajar por hacer las cosas en las que verdaderamente creemos e intentar disfrutar de lo que nos hace sentir bien dejando a un lado los matices, sin necesidad de etiquetar ninguna diferencia.
No digo más que quizás tengo una edad y me puedo seguir cuestionando más cosas.
¡Bendecidos quedáis!
Rober Cruz
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