Thomas ‘Fats’ Waller
Nació en Harlem el 21 de mayo de
1904. Fue el músico que más llamó la atención del público en general sobre el
estilo conocido como Harlem Stride Piano: un tipo de música que serviría para
unir el ragtime de principios de siglo y los nuevos estilos pianísticos que
iban evolucionando en el jazz. En Harlem, el piano tenía la misma importancia
que tuvieron las bandas de metal en Nueva Orleans.
Waller era capaz de tocar en
cualquier lugar. Si tenía un piano cerca lo hacía. Compuso temas
importantísimos en la historia del jazz como, por ejemplo, 'Squeeze Me' o 'Black
and Blue'. Su fama le llega de la cantidad casi improbable de grabaciones que
realizó y de llegar al público como un intérprete de música de fiesta en una
enorme lista de divertidas y escandalosas actuaciones. En solitario, Waller
recurría a la música clásica, al blues, a las raíces que se encuentran en el
ragtime o al boogie-woogie. Aunque el arraigo musical lo encontraba en el piano
de stride era capaz de buscar en otros estilos para poder hacer música.
Broadway o Hollywood le acogieron
con gusto. Europa, también.
Murió de neumonía el 15 de diciembre de 1943.
Art Tatum
Nació el 13 de octubre de 1910 en
Toledo (Ohio). Era ciego total del ojo izquierdo y parcial del derecho. Por lo
que desarrolló un oído que le prestó ventaja sobre otros músicos.
Es considerado maestro absoluto
del stride de Harlem, aunque lo cierto es que utilizó este estilo para
construir su propio edificio musical, inmenso e inigualable. Llegó a tal grado
de perfección, exprimió tanto esa forma de interpretar, que obligó a todos los
pianistas de jazz que llegaron posteriormente a intentar escapar buscando
alternativas nuevas. De este modo, la música de Tatum, todo su código
interpretativo, quedó sin ser estudiado en profundidad.
La idea que Tatum tenía de lo que
era interpretar al piano se ha confundido con un exceso injustificado y una
exhibición gratuita. Injusto a todas luces puesto que nadie, nunca jamás, ha
conseguido mayor claridad y rapidez al tocar este instrumento.
El dominio del teclado de Tatum
era, sencillamente, una cosa fuera de lo normal. Por otra parte, la complejidad
de su música sobrepasa, incluso, a la clásica.
Un ejemplo claro es el casi
imposible número de estructuras de acordes que acumulan las piezas que
interpretaba. Al llegar Art Tatum a Nueva York, los maestros del stride
quedaron prendados con su música y afirmaron que era invencible en cualquiera
de las sesiones a las que asistió.
Grabó cientos de piezas (es
famoso su proyecto junto a Norman Granz) y demostró ser un auténtico virtuoso.
Aunque, si hay que destacar algo (de entre lo mejor es muy difícil hacerlo),
hay que fijarse en su concierto de 1949 en el Shrine Auditorium. En 'I know that
you know' se puede escuchar un double-time por encima de las 400 partes por
minuto que deja boquiabierto a cualquier aficionado.
Murió en noviembre de 1956 en la
ciudad de Los Ángeles.
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