Otros protagonistas del Jazz (IV)

by - marzo 24, 2024

 


Thomas ‘Fats’ Waller

Nació en Harlem el 21 de mayo de 1904. Fue el músico que más llamó la atención del público en general sobre el estilo conocido como Harlem Stride Piano: un tipo de música que serviría para unir el ragtime de principios de siglo y los nuevos estilos pianísticos que iban evolucionando en el jazz. En Harlem, el piano tenía la misma importancia que tuvieron las bandas de metal en Nueva Orleans.

Waller era capaz de tocar en cualquier lugar. Si tenía un piano cerca lo hacía. Compuso temas importantísimos en la historia del jazz como, por ejemplo, 'Squeeze Me' o 'Black and Blue'. Su fama le llega de la cantidad casi improbable de grabaciones que realizó y de llegar al público como un intérprete de música de fiesta en una enorme lista de divertidas y escandalosas actuaciones. En solitario, Waller recurría a la música clásica, al blues, a las raíces que se encuentran en el ragtime o al boogie-woogie. Aunque el arraigo musical lo encontraba en el piano de stride era capaz de buscar en otros estilos para poder hacer música.

Broadway o Hollywood le acogieron con gusto. Europa, también.

Murió de neumonía el 15 de diciembre de 1943.





Art Tatum

Nació el 13 de octubre de 1910 en Toledo (Ohio). Era ciego total del ojo izquierdo y parcial del derecho. Por lo que desarrolló un oído que le prestó ventaja sobre otros músicos.

Es considerado maestro absoluto del stride de Harlem, aunque lo cierto es que utilizó este estilo para construir su propio edificio musical, inmenso e inigualable. Llegó a tal grado de perfección, exprimió tanto esa forma de interpretar, que obligó a todos los pianistas de jazz que llegaron posteriormente a intentar escapar buscando alternativas nuevas. De este modo, la música de Tatum, todo su código interpretativo, quedó sin ser estudiado en profundidad.

La idea que Tatum tenía de lo que era interpretar al piano se ha confundido con un exceso injustificado y una exhibición gratuita. Injusto a todas luces puesto que nadie, nunca jamás, ha conseguido mayor claridad y rapidez al tocar este instrumento.

El dominio del teclado de Tatum era, sencillamente, una cosa fuera de lo normal. Por otra parte, la complejidad de su música sobrepasa, incluso, a la clásica.

Un ejemplo claro es el casi imposible número de estructuras de acordes que acumulan las piezas que interpretaba. Al llegar Art Tatum a Nueva York, los maestros del stride quedaron prendados con su música y afirmaron que era invencible en cualquiera de las sesiones a las que asistió.

Grabó cientos de piezas (es famoso su proyecto junto a Norman Granz) y demostró ser un auténtico virtuoso. Aunque, si hay que destacar algo (de entre lo mejor es muy difícil hacerlo), hay que fijarse en su concierto de 1949 en el Shrine Auditorium. En 'I know that you know' se puede escuchar un double-time por encima de las 400 partes por minuto que deja boquiabierto a cualquier aficionado.

Murió en noviembre de 1956 en la ciudad de Los Ángeles.




G. Ramírez

You May Also Like

0 comments