Supervivientes 2024 ya es una sucursal de Sálvame y a Carmen Borrego le van a destrozar
Carmen Borrego. / Mediaset |
Supervivientes 2024 se ha convertido, poco a poco, en una
sucursal del desaparecido Sálvame. Y, francamente, creo que se están cargando
un formato que todavía resistía ante la invasión eterna de una telebasura que
todo lo quiere para sí.
La quinta gala de
Supervivientes se presenta como si fuera un ‘Especial Carmen Borrego’. Que si
ella ha sido un desastre y una vergüenza como concursante; que si su hijo se ha
separado aunque ya veremos si eso es así o si todo este follón no es más que un
montaje burdo que no le interesa a nadie… Ah, sí, que estos se las saben todas:
mi separación no interesa, pero si doy una entrevista y pongo a mi madre a caer
de un burro todo el mundo se pone frente al televisor, gano una pasta de la publicación y me
aseguro estar en boca de los tertulianos más casposos durante un par de semanas
como mínimo. Además, se presenta esta gala como un momento demoledor para alguien
que no sabe lo que está ocurriendo y que a la que le van a dar la del pulpo. Confieso que pena, lo que se dice pena, no siento. Esto es una fuente de ingresos magra para todos estos elementos.
Jorge Javier Vázquez ya se ha encargado de calentar el
ambiente en redes sociales y en pantalla. El poder de este presentador es demoledor. La cadena ya se ha encargado de
llevar participantes ‘de la casa’ y vinculados a Sálvame. Todo está listo para
que vivamos, cada jueves, un programa de cotilleo casposo, un programa con
intervenciones en los platós llenas de violencia verbal y palabras mal
colocadas. El disparate está servido.
Supervivientes comenzó siendo un programa extraordinario
lleno de emociones. Supervivientes es, ahora, un coñazo más en la parrilla. Y
eso es una pena.
Nirek Sabal
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