Festival Internacional Jazz Madrid: Paquito D´Rivera o cómo celebrar la vida
La banda de Paquito D'Rivera en Teatro Fernán Gómez CCV © Madrid Destino / Jesús Hellín |
Último concierto sobre el escenario del Teatro Fernán Gómez CCV programado en el Festival Internacional Jazz Madrid. Como estaba previsto, ha sido un concierto de enorme calidad. Y es que Paquito D’Rivera nunca falla.
El jazz latino gusta mucho en
países como España, entre otras cosas, porque lo entendemos muy bien. Aquí también
sabemos bailar la vida, celebrar cada minuto de la existencia. Sobre todo de
Despeñaperros para abajo aunque los demás no hacemos ascos a vivir intentando
ser felices y si es bailando mejor. Todo lo que tiene que ver con el jazz
latino es familiar y cercano, todo es
mágico.
Paquito de D’Rivera es un músico
descomunal. Según él mismo afirmó durante el concierto del domingo 24 de
noviembre, ya son setenta años haciendo música. El que escribe no recuerda un
solo concierto de este hombre sin el éxito presente como invitado especial, un
solo concierto que defraudase al personal, un solo concierto anodino o planito.
Además, Paquito D’Rivera es un tipo cercano, muy simpático, y eso ayuda a
que la comunión con el público sea absoluta.
Paquito D'Rivera en Teatro Fernán Gómez CCV © Madrid Destino / Jesús Hellín |
Paquito D´Rivera se rodea de
músicos extraordinarios. Disfrutamos de Pepe Rivero al piano, un músico con el
swing en la punta de los dedos que es capaz de convertirse, desde el primer
compás, en el vertebrador del obligado diálogo entre instrumentos. Y disfrutamos
de un tema compuesto por él mismo que tituló ‘Pa’ Bebo’. Elegante en la interpretación, con una enorme
carga de reminiscencias clásicas en su música (la formación de este hombre es
sólida a más no poder) y una capacidad para la improvisación portentosa.
Disfrutamos de un contrabajista Reinier Elizarde ‘El Negrón’ que dejó un par de
solos para el recuerdo. Su aportación en el tema compuesto por D’Rivera ‘Basstronaut’
(algo parecido a ‘El bajonauta’) fue de las que dejan boquiabierta a la platea
en su totalidad. Soportando la base rítmica es un seguro de vida y si es en
compañía del baterista Georvis Pico el efecto se multiplica de forma
exponencial. Vaya dos braceros que lleva D’Rivera al lado. Y también disfrutamos
del vibrafonista colombiano Sebastián Laverde, un músico eficaz, robusto en la
interpretación de la partitura y chispeante en la improvisación. Por si era
poco, se unió a la fiesta a medio concierto el armoniquista Antonio Serrano.
Sensacional en todo lo que hizo Serrano.
Además de los temas ya mencionados,
sonaron el ‘Nocturno de celda’ de Chopin, ‘Mambo influenciado’ de Chucho Valdés,
una delicada –casi sofisticada- versión de ‘Cinema Paradiso’ de Ennio Morricone,
un tema compuesto por D’Rivera en honor a su esposa ‘A Brenda con amor’ y del ‘Concierto
para Clarinete en La’ de Mozart el segundo movimiento convertido en un blues.
El público ovacionó a los músicos
sin dejarse una palmada. Y la despedida de este espacio del Festival
Internacional Jazz Madrid 24 queda en el recuerdo de los aficionados. Por
siempre jamás.
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