50 años de una esencia exclusiva
Hasta el próximo 30 de agosto, James Bond se ha instalado en el Centro Cultural de la Villa Fernán Gómez de Madrid. Todo su glamour se celebra en la exposición Diseñando 007: Cincuenta Años de Estilo Bond. Una estupenda muestra de todo lo que ha influido en la creación de uno de los más importantes iconos del mundo del cine y la literatura.
Los fans de James Bond están (estamos) de suerte. Hasta el 30 de agosto pueden disfrutar (podemos) de una exposición exquisita en la que se pueden ver gadgets originales con los que 007 era capaz de cualquier cosa imaginable; maquetas de esos aparatos tan imposibles en su época, de algunos escenarios; trajes y vestidos que utilizaron los artistas para interpretar sus papeles; bocetos y storyboards.
La exposición traslada al visitante allá donde quiera. El buen aficionado al cine o a la literatura encontrará referencias a los mejores momentos del agente del MI6 británico. Los trajes espaciales de Moonraker, los coches preferidos de Bond, representaciones de escenas concretas de las películas. Tal vez, la más impresionante es la que encontramos al comenzar la visita. ¿Recuerdan esa mujer guapísima que es asesinada por asfixia cutánea en James Bond contra Goldfinger? Sí, Jill Masterson; el personaje encarnado por Shirley Eaton. Pues allí está para recibir al personal; sobre su cama giratoria.
Cada cosa tiene su espacio. Los villanos y sus aparatos diabólicos; el casino en el que Bond jugó tantas partidas acompañado de hombres y mujeres a los que terminó arruinando; los dibujos que terminarían siendo un escenario colosal y las maquetas que se utilizaron para dar vida a las ideas.
James Bond es un icono, pero, también, un mito. Para entender lo que representa hay que acudir a la simbología de lo que soporta su mundo. Todo a su alrededor es sofisticado y, si algo está al otro lado, ya se encarga nuestro héroe de acercarse para dar una manita de glamour a lo que sea necesario.
Toda la visita se ilustra a través de pantallas de plasma en las que se proyectan fragmentos de películas en las que sucede algo relacionado con lo que el visitante está mirando entre entusiasmado y perplejo. Porque, eso que nos pareció algo fuera de lo normal en la pantalla, resulta ser algo muy pequeño, más que normal. Y es que en la expo el único que falta es el agente 007 en carne y hueso para convertir el escenario en un mundo fascinante.
No pierdan la oportunidad de visitar Diseñando 007: Cincuenta Años de Estilo Bond. Los aficionados no encontraran nada parecido para poder disfrutar de su personaje favorito. Los que no conozcan a 007 tendrán una excusa perfecta para salir corriendo a comprar las películas y las novelas de Ian Fleming.
007: La literatura apasionada sobre los peligros que acechan el mundo
James Bond es uno de los personajes mejor desarrollados de la literatura de todos los tiempos. Podrá gustar más o menos; los relatos en los que aparece podrán ser tachados de ligeros, de falta de profundidad literaria; será todo lo que se quiera. Pero lo cierto es que Fleming consiguió, gracias al cine, un éxito sin precedentes y un cambio en el género. Desde la publicación de Dr. No, nada sería como antes.
El londinense Ian Fleming, no llegó a saber la dimensión que tomó 007 al morir de un infarto antes de que alcanzara la fama que tiene.
Bond es duro, astuto, bien parecido, valiente. No duda un instante si tiene que apretar el gatillo, pero no abandona jamás a un amigo en peligro. Es el icono de una época en la que los rusos y los chinos eran los enemigos de todos los demás; la forma -tal vez, la única- de hacer frente a los malos.
Fleming dejó que su experiencia vital se arrastrase hasta su obra literaria. Dicen que el parecido entre autor y personaje era inmenso. Lo que es seguro es que muchas cosas de las que cuenta Fleming ya las había vivido él durante su época de agente de los servicios secretos británicos.
Debe ser por ello por lo que Fleming consigue relatos fáciles y fluidos en los que apenas se encuentran fisuras. La literatura de Fleming no es gran literatura aunque los amantes de la novela policiaca o de espías se divertirán desde la primera página de cualquiera de sus obras. Buen diseño de personajes, tramas sin trampas narrativas o información sesgada y que fluye con facilidad pasmosa, unos remates de la acción coherentes.El gran problema es que las novelas de Fleming se encuentran agotadas en su gran mayoría. Solo se encuentran con facilidad las versiones originales en inglés.
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