Diario de invierno
«¿Y cuántas veces más contemplarás la luna llena?». Es una frase de Paul, pero de Bowles, no de Auster. Sin embargo, al terminar de leer Diario de invierno algo de este azar en los acontecimientos de la vida resuena y la cita se me vuelve inevitable.
Paul Auster termina este libro de la misma manera que lo ha llevado a cabo: haciendo un recuento. En el inventario de sus películas favoritas aparece una de Bertolucci, quien llevó la novela de Paul Bowles, El cielo protector, al cine; pero Auster no la menciona porque no es su preferida. El escritor se refiere a El conformista. También hace un recuento de todos sus viajes, de los países por lo que pasó, de las ciudades, de sus traslados, de los aviones. No porque Auster sea un viajero en el sentido que lo era Bowles, sino simplemente porque ha vivido sesenta y cuatro años a la fecha en que escribe este diario. Y en sesenta y cuatro años se viaja muchas veces, y cuántas otras se frotará uno los ojos, se sonará la nariz, bostezará, se morderá los labios, o se pasará la mano por el pelo. Este es el recuento de acciones que hace Auster para cerrar su diario, y por supuesto, para saber que no hay manera de contarlo, solamente de saber que han sido muchas y que no le quedan infinitas, ni siquiera tantas. «¿Cuántas mañanas quedan?», se pregunta, como Bowles preguntó sobre la luna llena. «Has entrado en el invierno de tu vida» es la respuesta que Paul Auster se da en este diario donde se habla a sí mismo en segunda persona. Y entonces recobra sentido el título del libro que nos hace creer varias páginas que se llama así porque Auster lo escribe en los meses de enero, febrero, marzo…
Pero invierno es que cada vez quedan menos lunas llenas, que encima no pueden ser contadas, pero mucho menos por el hecho de que son futuras (no puede contarse o inventariarse lo que aún no ha existido) que por la cualidad de contingente que tiene la vida. Inventarios, sí, de las cicatrices de su cara y de las veces que estuvo cerca de la muerte. Accidentes, esos hechos que se diferencian de los «hechos necesarios» porque podían suceder o no suceder. Quien sea un lector entrenado de Paul Auster no se sorprende con nada de esto: el azar habita en su obra, hasta en uno de sus títulos más famosos, y su vida privada, los hechos que lo han marcado como persona, tampoco aparecen por primera vez aquí, en un diario, que como tal siempre declara la intención de revelar un mundo privado. Paul Auster ha estado a lo largo de toda su obra, que puede decirse sin embargo que es de ficción, mostrándose y contándose. Este recuento viene a inventariar un poco también toda su obra y su ser, así juntos, en lo que juntos implican y producen. Porque en Diario de invierno se leen anécdotas que ya aparecían en El cuaderno rojo, otro libro enteramente personal de Auster, que en su versión española de Anagrama tiene además el plus de contar con un maravilloso prólogo de Justo Navarro.
Pero hablábamos de Diario de invierno, un inventario de lo ya mencionado y de las casas en las que vivió (en Estados Unidos y en París), un retrato de su matrimonio con Siri Hustvedt e incluso de la profesión y la familia de ella. Una crónica de la muerte de su padre y de su madre, y de la de los demás maridos de su madre. Su primer matrimonio, su primer hijo, su divorcio. Sus obras, sus libros. Su hija. Sus amigos y editores. Sus abuelos y respectivas muertes. Sus vecinos. Su infancia, su hermana, sus tías. Sus ataques de pánico, su corazón acelerado, su espina de pescado clavada en la garganta, sus internaciones, enfermedades, miedos y achaques. Es decir, un libro honesto, que como todos los demás libros del autor se repite respecto a otros anteriores de su obra. Pero este además es declaradamente íntimo, y como Auster es un excelente prosista, logra que queramos leerlo aún cuando ya conozcamos la historia y surja la pregunta:¿y cuántas veces más leer a Paul Auster será releer su vida?
Calificación: Muy bueno
Tipo de lectura: Rápida
Tipo de lector: Si ya leyó a Paul Auster, mejor
Argumento: Inventario de hechos y sucesos de la vida de Paul Auster
Personajes: Paul Auster y toda la gente que integra su mundo, sobre todo su mujer, la escritora Siri Hustvedt
¿Dónde puede leerse?: En casa
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