Pop psicodélico ‘made in Galicia’
La escena independiente está viviendo un lance de desaforado furor en plazas como Galicia, de donde no cesan de surgir bandas interesantes en todos los estilos. Una de las más sugerentes y pujantes es Puma Pumku, quinteto afincado en Santiago que ha debutado en largo con Is It In You?, un tratado de pop psicodélico enérgico y lisérgico.
Varios elementos llaman poderosamente la atención al aproximarse al universo de estos gallegos: su rabiosa juventud, su curioso nombre –aliteración y misterio–, su querencia por lo colorista y, por supuesto y en suma, su propuesta musical y sonora, con un pie en iconos de la psicodelia como Pink Floyd y otro en el añorado sonido Madchester de principios de los noventa.
Vayamos por partes. Puma Pumku nace como combo en los albores de 2013, cuando coinciden en la Universidad en Santiago de Compostela cinco chavales –en la actualidad tienen entre 22 y 25 años– procedentes de distintos puntos de la geografía gallega, a saber: Amadeo Varela (voz y guitarra), Álvaro Dosil alias Coque (guitarra y coros), Guillermo Cavero alias Pamper (bajo), Óscar Raña alias Pulpo (batería) y Francisco Varela (teclado). Dos son de Noya (La Coruña), uno de Lugo, uno de Vigo (Pontevedra) y otro de Orense. Todo un ejemplo de alianza de provincias del que deberíamos tomar nota por estos lares.
Su experiencia previa era escasa, aunque todos los miembros habían hecho sus pinitos: el batería en un grupo llamado Sally said so; el teclista en Dirty Socks; el cantante en Johnny and the Ticks; y el bajista y el guitarrista en Lagarto Jesucristo. Proyectos “fugaces y embrionarios”, según relata Coque, que llegaron a editar maquetas pero nada en vinilo siquiera.
Con ese parco bagaje, estos intrépidos amantes de las atmósferas hipnóticas y los desarrollos progresivos se lanzan a la aventura. Lo primero era elegir un nombre, y escogieron el de Puma Pumku. En este punto hay que aclarar que Puma Punku (con n en vez de m) es un complejo monumental en Tiahuanaco, en el departamento boliviano de La Paz, donde se hallan extrañas piezas en forma de H y otras geometrías inusuales. Coque explica el motivo de la elección: “Un amigo aficionado a las conspiraciones nos contaba que las figuras de ese lugar no podían haber sido hechas por humanos, sino por seres que vinieran de otro planeta. Y nos gustó”. Misterioso. El nombre, también, puede despistar a más de uno, pero no, no es el punk lo que les motiva: “En cuanto a estilo no, pero sí en actitud”, advierte con orgullo.
Ya en marcha, Puma Pumku no tardó en grabar sus primeras canciones: “Nos juntamos, hicimos tres ensayos y poco más… todo muy improvisado”, recuerda el guitarrista sobre su modo de preparación del epé homónimo con el que echaron a andar en abril de 2013. Para ello, se aliaron con Seara Records, un colectivo dedicado a la autoedición (o lo que se suele denominar DIY: do it yourself) de todo tipo de material: fanzines, exposiciones, discos, conciertos… Este debut incluía cuatro cortes, tres de los cuales irían a parar a su elepé.
Mientras añadían temas a su repertorio, estos cinco estudiantes compostelanos realizaban su particular camino aunque en derredor, con una gira que les llevó durante el verano de 2014 por toda la comunidad gallega y el norte de Portugal, donde encontraron la inesperada complicidad del público: “Notamos que la gente de allí no sólo es mucho más entregada, sino además más movilizada. Asistir a conciertos de grupos que no conoces de nada previamente, sólo porque te fías del criterio del local que lo programa, es habitual”, explica Coque. “Nos dan mil vueltas culturalmente hablando: hay montones de festivales, decenas de bandas…”, suspira.
Con un background ya más consolidado, entraron en contacto con Matapadre, un label precisamente de Santiago: “Fue un proceso muy raro”, avanza el guitarrista. “Iván Arias, que es el responsable del sello, nos vio en un concierto en la playa y les gustamos, pero no llegamos a un acuerdo. Entonces nos planteamos sacar el disco en vinilo con la ayuda del crowdfunding, pero no terminaba de cuajar la idea. Más tarde volvimos a coincidir con Iván y nos acogió con los brazos abiertos, lo cual nos sorprendió mucho porque pensábamos que su sello tenía unos criterios muy precisos y exquisitos”, recalca.
Como quiera que habían recaudado cierta cantidad a través de la web Verkami, Is It In You? vio la luz a finales de 2014 en una doble vertiente: el citado proceso de financiación dio lugar a una edición de 320 vinilos de 12” con la particularidad de que todos están decorados multicolor, de manera que no hay dos iguales.
Y por otro lado, el ansiado primer trabajo en digital con el citado sello Matapadre, que esconde a los tremendos Disco Las Palmeras! y otras gemas por descubrir, y del que ha sido por cierto la décima referencia. Un álbum grabado y mezclado por Roberto Mallo y Rodrigo Caamaño, de los geniales y también gallegos Triángulo de Amor Bizarro.
Is It In You? incluye nueve temas que cuesta asimilar en la primera escucha pero que van ganando en las posteriores, y que cabalgan desde el dream pop al space rock. “Nosotros no nos cerramos a ningún género, tenemos mentes abiertas”, asegura Álvaro antes de aclarar que “todo lo que escuchas lo acabas proyectando de algún modo. A nosotros lo que nos gusta sobre todo son grupos clásicos como The Beatles o Pink Floyd, claro que pasado por el filtro de los últimos 40-50 años”.
La hoja promocional los vincula a grupos de la nueva ola de rock psicodélico como Deerhunter o Brian Jonestown Massacre, pero es arrancar el disco con Days y a uno se le vienen a la mente The Stone Roses y todas aquellas bandas de principios de los noventa fraguadas en la por entonces activa Manchester, desde Happy Mondays hasta The Charlatans e incluso Inspiral Carpets.
Y es que las atmósferas adictivas e hipnóticas y los ritmos obsesivos se expanden por todo el elepé, con hits tan claros como Twilight of the mind, con ese bajo juguetón y las voces que parecen perdidas en el limbo; Liquid Skies o Lebensraum –donde se abandonan a ritmos más lentos–; y otras idas de olla más irreverentes como la fugaz –un minuto y un segundo– Ti como os viches? (¿Tú cómo los viste?) o The Edge, que cierra este prometedor estreno que puede sonar a la vez clásico y moderno, a la vez original y reiterativo. Pero que, por lo pronto, evoca a unos tiempos donde lo indie significaba subyugar. Que no es poco.
Comentarios recientes