Veinte años subiendo el listón desde Granada

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Niños Mutantes es un grupo granadino que, tras veinte años de carrera, sigue exprimiendo las emociones con las que el pop rock es capaz de salpicar a miles de apasionados de este género musical. El Futuro (2014), es su último trabajo de larga duración. Con once temas, sus melodías y letras cuidadas vuelven a convertirse en protagonistas de una atmósfera que, sin renunciar a su esencia acústica, muestra su garra y sus ganas de cantar sin dejar de bailar.

La moda de masas (y un tanto cargante) de definir como indie a todo aquel grupo cuyo sonido entre, en realidad, dentro de un amplio espectro musical, ha tenido sus partes buenas. Se le ha prestado mayor atención a bandas con mucha trayectoria y oficio a sus espaldas que, hasta entonces, no habían logrado hacerse con el espacio merecido en el primer escalón del panorama musical nacional. Eran grupos que se mantenían en una segunda línea, consistentes y en condiciones de ofrecer año tras año trabajos que no bajaban su listón particular, que lograban ganarse la confianza y fidelidad de un grupo de seguidores que, sin embargo, poco tenía que ver con fenómenos muy mediatizados o masivos. Llegó entonces el movimiento indie que, si en un principio contaba con unas características claras y concisas, pronto pasó a denominar a un sinfín de bandas que poco o nada tenían que ver entre ellas.

Niños Mutantes, grupo oriundo de Granada, fue salpicado por esta etiqueta. Pero en absoluto estamos hablando de un conjunto novel; han cumplido dos décadas de existencia. Las primeras luces se encendieron cuando Nani Castañeda y Miguel Haro, componentes de la ya desaparecida Mama Baker, se unieron a su compañero Juan Alberto Martínez y dieron origen a un proyecto que hoy se mueve como pez en el agua por las salas de conciertos y festivales que articulan la geografía española. Niños Mutantes no dejó de ir en ascenso. Su carrera no cuenta con picos ni desniveles, se trata de una carrera de fondo, marcada por una ligera raya ascendente. A lo largo de todos estos años han publicado nueve elepés y más de una decena de trabajos de corta duración, donde si bien se pueden encontrar evoluciones en su música, no hay experimentos raros que puedan romper con las ideas claras que esta formación siempre ha tenido.

Este año, el grupo publicó su álbum de estudio El Futuro, unido al sello discográfico Ernie Records (con el que llevan ya tres trabajos de larga duración). Once temas donde su espíritu acústico, una de sus principales señas de identidad, vuelve a cobrar vida. Claro ejemplo de ello es la canción con que abre el disco, bajo el título de Robot, donde la guitarra acústica señala el camino de principio a fin. Otra de las señas inconfundibles son sus letras, que acostumbran a cuidar y llenar de significados e historias que transmitan diferentes emociones en el oyente. Y en este futuro particular, no fallan.

El Futuro es el resultado de un proyecto compacto, con garra y energía donde la música nunca sobrepasa los propios límites establecidos. Las composiciones de Niños Mutantes se cantan, se bailan, pero dentro de un orden establecido. Los ritmos están perfectamente marcados, bien por guitarras (cuando no son acústicas, con distorsiones que en ningún momento se levantan demasiado) o por la batería. Son esos ritmos que muchos se apresuran a encasillar dentro del estilo indie, y que pueden ser perfectamente comprendidos como parte del género del pop rock, sin vueltas de tuerca mayores. En todo caso, esta formación granadina apuesta siempre por la claridad y rehúsa la saturación o el éxtasis desenfrenado. Son veinte años de trayectoria, a lo largo de los cuales la formación inicial ha experimentado algunas modulaciones (son cuatro músicos en la actualidad), pero en los que sus proyectos no se han tambaleado.

Además, el grupo siempre ha mostrado predilección por no olvidar aquellos clásicos de artistas que de, un modo u otro, los han marcado. De ahí que hayan publicado un trabajo de versiones, tan dispares como interesantes. Nada desdeñable es su Como yo te amo (sí, efectivamente, el Como yo te amo de Rocío Jurado o de Raphael, que sin embargo debemos al compositor Manuel Alejandro); una versión renovada y personal de este pequeño himno de la música española.

Niños Mutantes es ahora un nombre familiar para miles de apasionados del pop rock del país, o de muchos otros que gustan más de sumergirse en la llamada escena underground, donde tanta variedad puede hallarse. Si bien es cierto que estos granadinos no han inventado ninguna nueva fórmula musical, dan forma a canciones cuyas letras y melodías se pegan fácilmente a la piel y al cerebro. Las que la sed de música no rechaza un día de lluvia o una tarde de pegajoso sol. Música amable, cantada por una voz suave que sabe transmitir y envuelta en una atmósfera instrumental cuidada y que no se arriesga a explotar si no es necesario. Ni abusan del pop, ni se exceden en el rock. Ellos marcan la pauta, y lo hacen con seguridad.

Aunque para el mes de septiembre solo han tenido un par de fechas confirmadas, es casi seguro que pronto empezarán a anunciar más conciertos en los que poder disfrutar de su puesta en escena, después de un verano en el que han tomado parte en festivales como el Contempopránea (Alburquerque) o el Sonorama (Aranda del Duero). Muchos habrán descubierto a este grupo en los últimos años, pero nunca es tarde para echar un vistazo a sus primeros trabajos, o a su trayectoria completa. Son veinte años de música, de perseverancia, que ahora gozan de un reconocimiento que todavía puede llegar a ser mayor. Para quien no conozca mucho de ellos, empezar por lo último no es una mala opción. Desgranar El Futuro (entiéndase como cada uno prefiera) merece la pena.